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LA VENGANZA DEL DIABLO SUPAY

LA VENGANZA DEL DIABLO SUPAY GAYTÁN TERRAZAS, JOSÉ LUIS

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Nota media 9 Excelente 1 voto 1 críticas

Resumen

Con el trasfondo histórico y principales hechos y personajes reales de la Bolivia violenta de los años ochenta: narcotraficantes, corrupción política y militar. Intervenciones de la DEA y la CIA. Una joven es maldecida por su madre y se cree poseída por el diablo Supay. Hereda de su abuela sus poderes como chamán. Pretende hablar con los muertos y utiliza sus conocimientos para curaciones o venganzas. La diagnostican de bipolar, psicótica y paranoica. Vengativa y manipuladora, elimina a cuantos cree la odian, le hacen daño o se oponen a sus ambiciones. Colabora con la DEA y participa en el mundo real de los narcos y la CIA. Apasionada de la medicina natural de los chamanes, participa en expediciones a la selva en busca de nuevas plantas y especies, a zonas controladas por los narcos con plantaciones y laboratorios de coca.

1 Críticas de los lectores

Tras la publicación en 2020 de Ilusiones cumplidas, en el que recopilaba sus relatos premiados o finalistas en diversos concursos literarios, José Luis Gaytán Terrazas publica ahora la novela La venganza del diablo Supay. En esta ocasión, el autor nos presenta una historia arrolladora, cruda y desbordante de violencia, que nos adentra en los oscuros recovecos del alma humana y de una sociedad marcada por la corrupción y el caos.

Narrada en primera persona por Roxana, la protagonista, la novela sigue su vida desde el traumático episodio que marca su destino hasta su llegada a España, lejos de su Bolivia natal. Ya en el primer párrafo, el lector es arrastrado a un escenario brutal: la muerte de la hermana pequeña de Roxana, atropellada mientras estaba bajo su cuidado. La tragedia hace que su madre, fuera de sí, maldiga a Roxana, invocando al diablo Supay para que la posea y la lleve consigo al infierno. Este suceso marca el inicio de un proceso psicológico y emocional desgarrador, en el que la protagonista sufre una serie de visiones que ella interpreta como dones sobrenaturales otorgados por Supay que le permiten ver dentro de las personas y prever sus intenciones o visualizar sus destinos, y que para los psiquiatras son síntomas de paranoia y esquizofrenia.

Cree que Supay la ayuda, la hace especial; pretende convertirse en chamán con la ayuda de los conocimientos sobre conjuros, plantas y hierbas que inicialmente le transmite su abuela y posteriormente con sus estudios en biología y botánica, los cuales la llevarán a formar parte de expediciones en busca de plantas y especies a zonas de la selva controladas por los narcotraficantes. Sin embargo ella no utilizará sus conocimientos para curaciones exclusivamente, la venganza siempre es su principal motor. Todo aquel que la dañe o se interponga en su camino, conocerá su peor versión.

El relato está impregnado de una atmósfera de desesperación y violencia, donde la moral se disuelve ante la brutalidad del entorno. Gaytán Terrazas nos ofrece un retrato de la Bolivia de los años 80, sumida en un laberinto de narcotráfico, corrupción política y una ausencia total de ética. Y en la que las agencias gubernamentales de Estados Unidos, la DEA y la CIA, campaban a sus anchas, haciendo y deshaciendo sin ningún tipo de limitación. En este contexto, la vida de Roxana se convierte en el vehículo para elevar una denuncia feroz de las estructuras de poder y de la degradación humana.

El libro está salpicado de fotografías que una amiga del autor le ha cedido y que ilustran el recorrido que hace la protagonista, desde la Cochabamba de su infancia hasta la selva donde se desarrolla una parte de la historia.

Uno de los aspectos más impactantes de La venganza del diablo Supay es la explícita representación de la violencia, tanto física como sexual. Los episodios son descritos sin filtros, con una crudeza que no busca morbo, sino que tiene el propósito de desentrañar la bajeza moral de quienes perpetran tales horrores, por lo que parece que las escenas de brutalidad no son solo un recurso narrativo, sino una puerta hacia la reflexión. La novela no solo es un retrato de los daños que sufrimos, sino también de la oscuridad que habita en las personas que ven la violencia como única respuesta.

A pesar de lo sombrío del relato, el autor logra construir una protagonista que, aunque difícil de simpatizar, resulta fascinante por su complejidad psicológica. En ese sentido, la novela plantea una duda persistente: ¿es la historia de Roxana un relato de enfermedad mental o una manifestación real de poderes oscuros? ¿Es una historia de odio y venganza o se nos presenta una respuesta visceral de pura supervivencia? Lo que sí está claro es que su historia es un reflejo desgarrador de un sufrimiento que no distingue fronteras, ni tiempo, ni lugar. Porque las muchachas que, como ella, son arrastradas por el abismo de la violencia, la degradación y el abandono, son demasiadas. Y en este aspecto, la novela no es solo una ficción, sino una denuncia de una realidad que persiste.

La venganza del diablo Supay es, sin lugar a dudas, una novela que no dejará indiferente a nadie. Con sus páginas cargadas de acción y una tensión palpable, es una obra que atrapa desde la primera línea y mantiene al lector con los ojos bien abiertos hasta el final. El autor nos ofrece una historia que es a la vez aterradora y fascinante, que expone la violencia sin adornos, pero también ofrece una reflexión profunda sobre la depravación que, lejos de ser una excepción, parece ser la norma en la sociedad que Roxana habita. (Inma Muñoz, 28 de noviembre de 2025)

hace 6 días