La trama, que se desarrolla fundamentalmente en Nueva York, con escenarios también en Las Vegas y Amsterdam, está protagonizada por un joven, cuya vida errática, desarraigada y llena de inquietud está marcada por un terrible acontecimiento que sufre en su adolescencia.
Me ha parecido una novela maravillosamente escrita, con unos personajes bien perfilados y un comienzo trepidante y lleno de intriga y en la que la autora plasma de forma brutal a veces y con ternura otras, emociones muy fuertes: el dolor, la búsqueda, la pérdida, la amistad, el amor, el fraude, las drogas, el desarraigo…un argumento cuajado de referencias culturales en la que, aparte del amor a la pintura, se encuentran registros de “Oliver Twist” o “El idiota” de Dostoievski ; no en vano Donna Tartt afirma que sus referencias literarias son los cásicos.
De lectura fácil, la trama se desarrolla con agilidad, aunque a veces el protagonista cae en profundas reflexiones, que, en mi opinión, ralentizan la acción. La última parte me ha parecido un tanto rocambolesca, pero en general se trata de una grandísima novela, que atrapa y se lee con interés hasta el final.
hace 9 años
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