El 11 de julio de 1832, Alphonse de Lamartine zarpa desde Marsella, junto a su mujer y a su hija, rumbo a Oriente, para realizar su sueño de juventud: el viaje a Jerusalén. Llega a Beirut y desde allí recorre Siria, Galilea y Jericó para entrar en Jerusalén a pesar de la epidemia de peste que asola...