En la calle Huertas, en el lugar que ocupaba el cementerio de la iglesia de San Sebastián, se sitúa “El jardín del ángel”, una floristería en la que reside el olivo más antiguo de Madrid y en la que se desarrolla buena parte de la novela “Mujeres que compran flores”, de Vanessa Montfort. En ese lugar tan mágico y lleno de historia, compran flores cinco mujeres. En principio, ninguna lo hace para sí misma. Una las compra para su amor secreto, otra para su despacho, la tercera para pintarlas, otra para sus clientes y la última para un muerto. Y es esa última, Marina, quien nos cuenta esta maravillosa historia. Marina ha llegado al «Barrio de las Letras» tras quedarse viuda. Se siente perdida porque ha ocupado el asiento de copiloto durante toda su vida y ahora no sabe cómo empezar de cero. Por eso acepta trabajar como ayudante de Olivia, la excéntrica dueña de la floristería. Ese trabajo no solo permitirá a Marina comenzar su nueva vida, sino que le brindará la amistad de esas cuatro mujeres que compran flores cada semana. Todas ellas se encuentran en una encrucijada vital con respecto a su trabajo, sus amantes, sus deseos o su familia. De la relación entre ellas y Olivia, la excéntrica y sabia dueña del local, dependerá el nuevo rumbo que tomarán sus vidas. Olivia, la dueña de la floristería, es el artífice de todos y cada uno de los cambios que experimentan tanto su ayudante como sus clientas. Gracias a su capacidad para leer el alma de las personas y sus consejos, consigue que cada una de esas mujeres que compran flores vaya cambiando y avanzando en el camino de la búsqueda de su propia felicidad. Una novela que anima al lector a no conformarse con la vida que le ha tocado vivir. Nunca es tarde para empezar de nuevo, cumplir un sueño o simplemente romper las cadenas que nos atan a personas o lugares que no nos hacen felices.

Este libro me ha parecido divertido. Es un libro de mujeres para mujeres y en muchas ocasiones invita a reflexionar acerca de la vida, los miedos, las relaciones y las experiencia vitales. La historia de cada personaje entretiene y, aunque tenga pasajes metafóricos, son bastante reales. La protagonista se vuelve un tanto pesada y su viaje también, pero es entretenido para pasar el rato y echarte alguna risa.

He leído varias opiniones de mujeres que se han sentido identificadas con alguna de las historias que se describen en este libro. No ha sido en mi caso, que encuentro las historias que se cuentan demasiado edulcoradas. En algunas ocasiones he encontrado las narraciones muy repetitivas, exponiendo lo mismo y repitiendo ideas y muchas descripciones innecesarias, sobre todo en el viaje de Marina, quien cuenta la historia. Encuentro el final demasiado de cuento de hadas donde todo sale bien, quizá sea que me gusten las historias más realistas.

Ha llegado a mis manos en un momento importante y me ha tocado especialmente, he disfrutado mucho con su lectura y me ha dejado párrafos para reflexionar. Muy entretenido con una sencillez muy dulce. Me he emocionado mucho, la verdad es que como hace tiempo no me pasaba y por ello lo recomiendo, cada mujer puede verse identificada en las distintas protagonistas que en un entorno mágico luchan por sus cosas. Por ponerle una "pega" se hace un poco largo el relato del viaje de Marina pero en general en mi opinión es una delicia de libro.

Aunque con ocasionales lecciones y reflexiones, es una novela sensacionalista con demasiados tintes de positivismo. Personalmente, prefiero las historias más "reales", donde no todos los desenlaces son necesariamente alegres.

La razón por la que este libro tiene siete estrellas es que hubo partes de la novela en la que me aburrí muchísimo con la forma tan romántica de redactar las “desgracias” de las mujeres. Sin embargo, termine el libro con una lagrimita en los ojos.

Sencillamente me encantó. Una historia de amistad entre mujeres muy recomendable. Ayuda mucho a pensar un sacas frases muy interesantes.

Un libro de mujeres para mujeres. Animaros, chicas, no perdérselo. En estos tiempos convulsos de feminismo, está bien leer algo así. Es una historia muy entretenida, de amistad, de amor, con un aire de melancolía en sus páginas y con muchas frases e ideas que te hacen pensar. loslibrosdemer.blogspot.com.es

Fue un libro que cogí por curiosidad de la portada, y aunque la historia me resultó un poco repetida en novelas y series actuales, aunque ambientada en escenarios distinto, me sorprendió en un proceso de reflexión personal como lectora y como mujer en bajes a lo iba leyendo. La historia, aunque emotiva y con cierta ternura, es bastante sencilla, pero si es cierto que es un libro que tiene aspectos muy interesantes y en la que muchas mujeres se pueden sentir identificadas. Sin ser una historia extraordinaria, ni el libro que más me gustó, es novela con un cierto interés y recomendable.

A mi me ha gustado. Ensalza la solidaridad entre mujeres y analiza las relaciones de pareja desde una perspectiva metafórica. Quizá no guste si se espera entretenimiento. Creo que es un libro que invita a la reflexión.

Cinco mujeres se reúnen en una floristería en un famoso barrio literario del centro de Madrid. Comparten sus sentimientos y se prestan un apoyo que va a ser fundamental en su vida. Narrado con aire melancólico, también tiene escenas graciosas. La lectura es rápida y amena. Destaco la presencia en sus páginas de personajes verdaderos: directores de cine y teatro, editores y escritoras (entre ellas, la misma autora). Además la floristería existe, El jardín del Ángel, un lugar con un importante pasado histórico relacionado con la literatura y asentado encima de un antiguo cementerio de Iglesia en el barrio madrileño de las Huertas. Es en esencia, una novela de mujeres, entrañable y muy entretenida, repleta de belleza en las imágenes y ambientes que recrea.

No es de mis novelas favoritas ni tampoco una de las mejores que he leído pero cuenta con elementos interesantes: una trama sencilla sobre la amistad de cinco mujeres, unas metáforas hermosas y unos inesperados giros finales. Además se lee rápido y resulta entretenido. Para pasar unas tardes amenas sin más pretensión.