¡¡Qué sensacional forma de escribir, de contar historias!! Comenzar a leer a Vargas Llosa es entrar de lleno en su universo, vivir en primera persona los años 50 en su barrio de Lima y seguir los pasos de sus personajes a lo largo de 40 años por todo el mundo. Imprescindible porque gracias a su talento, el autor logra convertir una (no excesivamente original) historia de amor imposible en un delicioso viaje a lo largo del tiempo, de los sentimientos, de ciudades y épocas que marcaron la historia del siglo XX y de su propia vida, pues en el buen Ricardito hay mucho del gran Vargas Llosa. Por sus peruanismos, por la forma en que está escrita, por la inolvidable historia de amor, por el París de cafés, buhardillas y bohemios o el Londres hippie de los 60, se trata de una novela que deja huella.
hace 10 años