Hay escritores de relatos y hay lectores de relatos. Y luego esta Wells Tower y toda la teoría literaria se cae como un castillo de naipes ante esta colección tan inconexa como deslumbrante y a la vez imposible de adscribir a nada concreto. ¿Relatos? ¿cuentos? Resulta difícil describir un libro compuesto a la manera de un rompecabezas y que empieza con un desorientado contratista, desubicado por azar en una remota zona costera de la América profunda y termina con un relato que actualiza el mito vikingo. Y sin embargo no resulta incongruente. El lector que avance por el libro, una vez asimile que las piezas se van sucediendo unas a otras sin continuidad, final ni moraleja, no podrá asombrarse si termina encontrándose, o mejor, dándose de bruces con una historia entre mitológica y mágica en la que sus protagonistas son vikingos y dragones. No dejen de leerlo, merece la pena. (Gloria Magro)
hace 13 años