La nueva novela de la escritora texana Attica Locke nos lleva a su tierra natal para narrarnos una historia en la que los conflictos raciales no parecen desaparecer nunca. La autora nos pone en la piel de Darren Matthews, un ranger de color, que ha de hacer frente a la investigación de dos asesinatos, el de un abogado negro y el de una chica blanca, al tiempo que afronta los problemas con el alcohol y su matrimonio. Pronto se da cuenta de que los resentimientos racistas nunca se fueron, que la Hermandad Aria de Texas campa a sus anchas por el estado, y que no se lo van a poner fácil. La trama de la novela avanza despacio, como el tiempo en el verano de Texas. La lectura se hace algo tediosa, dando la sensación de que a veces la trama no avanza. Aunque se ve compensado por la longitud de la novela (no llega a 400 páginas). En contraposición presenta unos personajes bien construidos, con trasfondo. De hecho la autora ha logrado convertir Texas, con su idiosincrasia, sus conflictos y sus gentes, en un personaje más, con una presencia palpable durante toda la novela. Texas Blues, la cuarta novela de esta autora, que conoce de primera mano lo que es el racismo y la discriminación en Texas, nos cuenta una buena historia, pero es una novela que en mí no dejará ningún poso, lo que no significa que haya lectores que no la encuentren buena, entretenida o totalmente disfrutable. Novela negra que no elude el discurso del racismo y la discriminación, con ese punto de crítica social que es siempre de agradecer. (Aitor Heras, 26 de febrero de 2018)
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