Sidney Chambers y la sombra de la muerte de James Runcie es una novela muy original protagonizada por Sidney Chambers, el vicario de Grantchester, una pequeña localidad cercana a Cambridge.
Ambientada en Inglaterra, tras la Segunda Guerra Mundial, nos cuenta el día a día del vicario Chambers, que ha de combinar sus labores pastorales con sus clases de teología en la Universidad de Cambridge y también como ayudante de la policía en la investigación de los crímenes de la, aparentemente tranquila, localidad en la que reside.
¿Por qué solicitar la ayuda de un miembro del clero? Porque Sidney es un hombre muy apreciado en el pueblo y nadie mejor que un sacerdote para acercarse a la gente, sin levantar sospechas y que le respondan preguntas que no contestarían a la policía.
Chambers no es un "súper investigador". Es un excombatiente de la Segunda Guerra Mundial que tiene dudas... Sobre su fe (especialmente en tiempo de Cuaresma), sobre si está realizando bien su trabajo, sobre el amor…
El autor refleja las dificultades de integración de los nuevos alumnos de Cambridge y también la vida de la posguerra en Inglaterra. Un país que poco a poco se va sobreponiendo a la tragedia aunque el dolor sigue muy presente en muchas familias. Algo que preocupa especialmente al vicario que no sabe muy bien como ayudarles ya que él mismo ha matado y ha visto morir a muchos compañeros durante los combates.
Me ha gustado mucho la manera en la que el autor mezcla las investigaciones policiales, con la vida de Chambers. Sus amigos, su afición al jazz, a la cerveza caliente y el whisky, a las partidas de backgamon con su amigo el inspector Keating, las regañinas de su malhumorada ama de llaves…
Un libro interesante y entretenido. Forma parte de una saga -esta es la primera entrega- pero que al ser autoconclusivo se puede leer de manera independiente. Sidney Chambers, un personaje muy a tener en cuenta y que seguro nos dará más de una sorpresa. (Ana García, 7 de diciembre de 2016)