Resulta un libro muy entretenido, a pesar de algunas cosas bastante anacrónicas hoy en día y que despiertan incluso nuestro rechazo, como es el caso de la defensa de la esclavitud por parte del protagonista, o el excesivo énfasis religioso que adquiera la historia a partir de determinado punto. SIn embargo, nos transmite muy bien la soledad y el instinto de supervivencia del naúfrago, de un modo muy realista, en el que sus comodidades o logros nunca son tan fantasiosos como se tiende a mostrar en las diversas adaptaciones cinematográficas de la historia. Me quedo especialmente con la parte de aventuras y, sobre todo, con el día a día de la supervivencia en la isla.
hace 12 años
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