El excéntrico millonario Hyram W. Koldicutt ha fallecido y en su mansión se han reunido todos y cada uno de los herederos mentados en el testamento, que incluye la próxima cláusula para el cobro de la herencia: «Tras la lectura del testamento, se procederá al entierro del fallecido, en el sitio ya señalado en el jardín. Los hombres cavarán el sepulcro, mientras que las mujeres les alumbran con los 6 cirios que hay en el túmulo. En tal sitio están ya las herramientas precisas para cavar el sepulcro, más la lápida con la inscripción pertinente.» Mas esa no va a ser la única sorpresa del testamento que se comienza con las próximas palabras: «He sido asesinado. Mis herederos, familiares en diferentes grados, tienen prisa por cobrar su una parte de herencia. Y van a cobrar esa parte, desde entonces, suponiendo que vivan para esto…» Tras acabar la lectura del testamento, va a dar inicio una noche de fallecidos, muerte y horror.