Inquieta por la desaparición de su hermano, Laura llega a Boston para averiguar su paradero y distribuye su foto por los hospitales. Un joven médico cree reconocer en la imagen a un vagabundo cuya muerte había certificado. A partir de este dato, ambos inician una investigación que les llevará a enfrentarse con una siniestra sociedad médica que no vacila en utilizar cobayas humanas para sus atroces experimentos.