Mis respetos a los lectores que les gustó esta novela. Yo he necesitado una gran fuerza de voluntad para terminar esta retahíla de discursos de los personajes que sólo provocan asfixia. No entretiene, la prosa es perfecta pero está narrado de una forma que no te atrapa. Es como estar escuchando soliloquios de pacientes en el psicoanalista, y sin apenas interpelaciones. 40 páginas antes de terminar se abre el melón y, aunque es desagradable el fin de la historia, por lo menos da un sentido al libro para que no pase sin pena ni gloria.

Requiere un verdadero esfuerzo. Es una angustiosa letanía de desgracias y maldades que se hace insoportable, para terminar del modo más fácil dramáticamente y más descorazonador. La exposición de desgracias es de tal magnitud, que pierde veracidad y deprime como pocas veces me ha deprimido un libro. En mi opinión, tiene méritos en la construcción de un personaje desesperante, pero cuyas acciones no pueden reconocerse en la vida real. Un verdadero castigo, por muy bien juntadas que estén las palabras, porque a la postre no llevan a ninguna parte más allá de confirmar lo que se adivina desde el inicio: que la pasividad no lleva a ninguna parte.

Me ha gustado mucho, el final me ha resultado algo incómodo y desagradable. El libro en general me parece una buena forma de indagar en la mente humana, los mismos hechos diferentes formas de vivirlos.

Cuando Gabriel decide celebrar una fiesta por el cumpleaños de su madre, destapa la caja de los truenos. Con Aurora, su mujer, como hilo conductor vamos conociendo las entrañas de una familia llena de odios y rencores. Me ha pasado con este libro que he tenido la sensación de que no era nuestro momento, que igual en otro momento podría haberme llegado más.

El 80 cumpleaños de su suegra, las relaciones entre su marido, sus cuñadas, su suegra, el ex de su cuñada y ella en el centro de todas las confidencias sin que a nadie le importe lo que ella está viviendo. Cuesta superar la primera mitad del libro, aparentemente repetitivas las historias y conversaciones que acaban resolviéndose de manera insospechada. La última parte del libro se lee de un tirón, te engancha y te deja sin respiración.

He leído todo lo de Landero, y he disfrutado mucho con toda su obra. Tanto que creo que es el mejor escritor español ahora mismo. Pero este es su primer libro que no me ha parecido redondo. La sensación que me queda es que ha sido escrito porque tocaba, para "cubrir el expediente". No me parece creíble la historia, ni los personajes, ni cómo se expresan...no sé, algo le ha pasado con este libro. Y no pienso que esté mal escrito.

Muy ameno y original en su forma de narrar la historia familiar. Quizá en la parte final, desde mi punto de vista , con el afán de imprimir un ritmo mayor a la narración , se excede en la secuencia de los acontecimientos, dejando un sabor un poco agrio, sin esperanza.

Maravilloso libro, con una narrativa para mí opinión, perfecta. Frases profundas y para subrayar. Historia de una familia y los diferentes puntos de vista de cada cual de un mismo hecho. Recomendable

Landero nos maravilla con este ejercicio literario en el que las historias narradas, sus versiones de la vida, de un puñado de personajes a la protagonista tienen consecuencias imprevisibles. Nada es lo que parece. Nosotros mismos somos un conjunto de narraciones del pasado creadas bajo nuestra óptica.

Me encanta Luis Landero

Narrativa que va creciendo conforme avanza. Diría que las ultimas 50 páginas te dejan estupefacto con un desenlace totalmente verosímil y real de cómo pueden terminar relaciones familiares tóxicas y egoístas que se viven muy frecuentemente. Es una lectura bien escrita pero puede que dolorosa.

Redacción impecable y muy original la narrativa. La historia es sórdida, así que nada recomendable para pasar un buen rato o para evadirse. No me ha disgustado pero, no será un libro que volvería a leer. Aunque he subrayado algunas frases de las primeras páginas del pensamiento de Gabriel que me han parecido "de esas que no se deben olvidar".

Acabo de terminar este libro y tengo la sensación de que me han echado una jarra de agua helada por encima. Aquí estoy, con la boca abierta con el final de esta novela que a punto estuve de dejar cuando solo llevaba 30 páginas. Al principio me costó bastante entender cómo se estaba desarrollando la trama, quizá debido a una prosa elaborada que me exigía mayor concentración que con otros libros. La novela trata de desencuentros familiares desde el pasado. El tiempo ha hecho que cada personaje se cree una perspectiva donde los demás son los culpables de las miserias y desventuras de cada uno. El tema central de la novela creo que son los traumas que se desarrollan desde una edad temprana. Cada uno los moldea hacia donde más le interesa o consuela. Es un libro duro, repleto de miserias humanas, personajes psicópatas llenos de complejos, víctimas y verdugos que invierten los papeles. Lo que más me ha gustado del pequeño pero intenso libro es la prosa utilizada por el autor, esa forma magistral de jugar con el lenguaje, tener que realizar un esfuerzo por intentar comprender cada conjunto de palabras. Una forma sublime de filosofar sobre la felicidad, los errores y la fuerza que adquieren las palabras que por fin se dicen y el peso que soporta la persona que las custodia.

Me ha encantado. Los diálogos transmiten y consiguen empatizar con los personajes. Muy fácil de leer. Engancha.

No me llegó a atrapar pero lo leí con interés, al final redondea el relato pero no está entre mis mejores lecturas

Tan magistral como me tiene acostumbrado. No es una lectura recomendada para quien necesita levantar el ánimo ... hay bastante desgracia, desdicha y desaliento. Sorprende un poco el tono descriptivo de las aberraciones de Horacio. Landero no suele escribir ese tipo de episodios, pero posiblemente sea algo intencionado, para darle a la historia un sabor amargo y desolador. Todo me parece acertado: desde la idea de articular toda la novela alrededor del personaje de Aurora, maravillosamente tejido, hasta el propio título, tan bien elegido.

Angustioso ...te atrapa en una historia familiar inquietante y sorprendente. Y lo terrorífico es que no es una historia que no pueda llegar a pasar, o pueda estar pasando en algún domicilio cercano.

Creo que no he llegado aún al punto de entenderlo. Quizá para otros es sublime, para mi ha sido fácil de leer, pero un libro sin sentido. Me falta mucha historia y mucho desenlace, no es mi estilo.

Con un comienzo ligeramente desconcertante , el libro te va atrapando a medida que transcurre la historia . Genial Landero . Deseando leer más de él .

Excepcional, no lo alargue más de dos dias. Primer libro que leo de este autor y muero de ganas por leer el siguiente.