Según la mitología, el primer ateniense, Erictonio, pertenecía a una estirpe divina: en la noche de los tiempos, el fogoso Hefesto había perseguido a Atenea, pero como ella consiguió rechazarlo, el esperma se deslizó por su hermosa pierna hasta caer en la tierra de la que brotó Erictonio. ¿Por qué,...