El libro me pareció muy bueno pero cuando empecé a leerlo no me llamó mucho la atención, eso sí que la forma en que el narrador adelantaba lo que iba a suceder arruinaba la expectativa, ya que ésta es la que te mantiene con las ganas de seguir leyendo el libro hasta el final. A medida que uno va adentrándose en la lectura uno se siente dentro de la historia, como si fuera uno más de los personajes, tanto así que uno se va encariñando con éstos, ya que hay algunos que son muy interesantes por su forma de pensar y de ver la vida de una forma peculiar como Liesel Meminger y Max Vandenburg.
hace 7 años