Este libro requiere una importante consideración previa. Asegurarse de que la traducción que tenemos entre manos es la más reciente, a cargo de Lydia Kúper. De hecho en el interesantísimo prólogo de dicha edición se explica los "errores" de que adolecía anteriores traducciones, desarrolladas por "afines" a la causa revolucionaria y proclives a menoscabar la figura del zar, dando lugar a curiosos "giros" y "valoraciones" de los personajes respecto a la mencionada figura.
Yendo propiamente al libro, ¡qué decir! Realmente no es una obra para leer, sino para sumergirse en ese cuadro de la Rusia imperial amenazada por las guerras napoleónicas. Siempre desde la perspectiva de la nobleza rusa, sus personajes a los que resulta fácil tomar cariño, narran las visicitudes no sólo personales, sino de la nación entera. En ese sentido el libro es magistral.
Por cierto, existe una pléyade de protagonistas con las cuales es fácil liarse, sobre todo teniendo en cuenta que Tolstoi, según las circunstancias, los nombra según su nombre común, su denominación oficial con título, el diminutivo cariñoso y familiar... para ello es aconsejable acudir al glosario de nombres del final hasta hacerse una idea de parentescos y acepciones. Una vez hecho esto se comprende que son tres -si no me equivoco- las ramas de familias principales y resulta más fácil seguir la historia.
hace 5 años
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