Esperaba un poco más. No he terminado de conectar con los personajes, aunque es una novela corta de rápida lectura.

A mí no me convence. No sé si la autora pretendía transgredir o qué. En parte sí lo consigue, dado que la narración se puede considerar original y llena de contrastes: de la cruda realidad a las imágenes poéticas, pero el argumento me resulta poco creíble, algo enrevesado y, en definitiva, raro. No he conseguido engancharme a la historia y bueno sí, esos ojos que son brotes de primavera en un bosque oscuro o esmeraldas veladas en una mina tenebrosa. No es tan difícil hacer metáforas...

Tatiana Tibuleac ha escrito un libro bellísimo , magistral que me ha dejado sin palabras para describir lo que he ido sintiendo con su lectura , un libro que lo tiene todo:Una historia muy bien, brutal , una estructura de trama fantástica que te sorprende a cada página y un estilo literario maravilloso y absolutamente original. Un escritora y un libro que son un hito en la literatura actual!

Durante buena parte del relato, pensé que estábamos ante la típica novela de "género tierno", tan repetida. Bien escrita, su parte cruda, incluso cruel, la diferenciaba en cierta medida. A partir de la mitad de la historia, la novela va ganando un mayor peso al tiempo que la redacción adquiere un lado poético bien conseguido. Los personajes principales, madre e hijo, viven una relación compleja y dura que es el núcleo de la trama. Quizás encuentro en el exceso de tragedia un valor negativo porque no es fácil concentrar en una vida tantas desgracias: padre borracho y odioso, hija que se muere, abuela que se queda ciega, madre con cáncer terminal, niño que se vuelve loco y de adulto pierde las piernas en un accidente... (tranquis, no es spoiler, son circunstancias que forman parte del relato sin sorpresa)

Es una novela que trata de la relación entre un hijo y una madre. Una relacion que evoluciona del odio más absoluto al amor mas puro. Es una novela tierna y dura , a la vez; bella y descarnada. Puedo decir que la redaccion es admirable, con infinidad de recursos.

A ratos se hace dura de leer porque se empatiza con los personajes. Pero es una historia preciosa de perdón y amor

Novela directa, a ratos cruel, dura, entenecedora, sensible, irascible, como su protagonista... como la vida. Sin ningún tipo de edulcorante, ni almíbar, Tatiana Tibuleac construye una obra magnífica, narrada en primera persona por Aleksy, un hombre con un pasado traumático, que busca en el recuerdo del ultimo verano pasado junto a su madre, el punto de inflexión que le permita volver a pintar; un verano, el más maravilloso de su vida, en el que transita de un odio feroz hacia su madre, a un descubrimiento hermoso, que muchas veces, y desgraciadamente, sólo se nos presenta en momentos tan trascendentales como lo es la proximidad de la muerte. Maravillosa prosa, perfectamente estructurada la novela y totalmente recomendable su lectura al igual que el poso que permanece tras su lectura.

El protagonista, en primera persona, nos narra el último verano que pasó con su madre. Era un chico lleno de odio, violencia, desesperanza y vacío, pero algo cambia en él ese verano, la relación con su madre también se transforma. Es una novela dura, pero vale la pena leerla. La historia me ha impactado. Destaco también la descripción de los ambientes, los colores vivos, brillantes que el autor es capaz de reflejar en el papel . Muy recomendable.

Desde mi punto de vista para que la historia tuviera algo más de credibilidad, le faltaría profundizar más en los personajes principales . No se llega a entender muy bien como se puede pasar de una situación afectiva tan extremadamente tóxica a otra tan positiva en un período de tiempo tan corto.

Una historia en la que vemos cómo evoluciona la mala relación y la falta de afecto de un hijo para con su madre. Recomendable.

Es maravilloso. Al principio se me hacía duro de leer, es un libro complicado en cuanto a la relación del protagonista con la madre, pero conforme avanzas en su lectura te das cuenta de la inmensa obra de amor que es y termina por conquistarte. No te adentres en él si esperas algo fácil. Este libro te va a derrotar en su primera parte, pero una vez dentro, merece la pena seguir. Maravillosamente bien escrito, es un libro que no te va a dejar indiferente cuando lo leas. No conocía a su autora, pero seguiré leyéndola. La editorial Impedimenta también es un gran acierto, no suele fallar en los títulos que publica.

Una historia dura, bien hilada y con personajes íntimos y matizados. Me ha gustado mucho.

A mí esta lectura me ha robado el corazón. A pesar de que a priori puedes intuir qué va a pasar, la forma en la que la autora narra los hechos, la dureza de las palabras y los acontecimientos no te dejará indiferente. Los personajes fuertemente influenciados por las vivencias y experiencias pasadas están muy bien creados y definidos. Me parece una lección de vida. Totalmente recomendado.

Lo recomiendo muchísimo. La historia es bastante dura pero está tan bien escrito que no puedes dejar de leer

Brutal y Bella a la vez!!

Muchos sentimientos ha despertado esta novela en mi. Es muy dura, amarga y conciliadora, como la vida tal vez. Me ha dejado un poso de tristeza y de aceptación. Para volver a leerla, más despacio.

Con un arranque descarnado y perturbador, la autora nos introduce de sopetón en una historia que prevemos difícil y desgarradora, narrada en primera persona por un joven inestable, con un comportamiento irascible y cruel hacia su madre, a quien desprecia y odia. La autora despliega una enorme intensidad narrativa y un tono directo y crudo en una primera parte que deja al lector sin respiración, pero a medida que se desarrolla la trama, esa intensidad va templándose mientras que la historia muestra menos desconfianza y más aceptación entre los protagonistas, llegando a momentos de gran ternura, emoción y belleza. Con un gran dominio del lenguaje y de los tiempos narrativos, Tibuleac va desgranando una amarga historia de soledad e incomprensión, encajando a la perfección con una conmovedora historia de amor y redención, que toca la fibra y atrapa al lector.