Hay que tener presente la "novedad" que supondría la abolición de la pena de muerte en la fecha que Hugo escribió esta novela, hace casi 200 años. En las últimas páginas es cuando el condenado medita sobre su situación cuando ya se ve camino de la guillotina; en las páginas anteriores, es más bien la descripción de lo que eran las prisiones y la situación en qué estaban los condenados, bien a muerte, bien a galeras y cadena perpetua. Y el festival que supone para el pueblo ver cómo y cuándo ejecutan la pena, algo para ellos como si fueran las fiestas del pueblo, situación muy generalizada. También he recordado la diferencia que puede suponer una pena de muerte y una cadena perpetua con tortura anímica toda la vida que le quede, estar viviendo la muerte, como ha sucedido no ha muchos años con alguien que mejor hubiera sido ejecutado, por humanidad y por "merecimiento". Es fácil hacer toda clase de cábalas desde la barrera y pensar qué y cómo lo puede hacer el condenado, a veces puede que sea muy diferente. Todo son suposiciones.
hace 2 años