Cuando se quiere escribir una obra de tanta envergadura como ésta, o eres Clarín o Balzac o patinas y te caes de bruces o mantienes el equilibrio con esfuerzos y a duras penas. Creo que ésto último le ocurre a Taart. A la novela le sobran páginas. Da la impresión de que hay varios cajones cerrados y que la comunicación entre ellos no existe. Por eso hay zonas brillantes y otras oscuras, tenebrosas. Brilla con luz propia la parte que ocurre en Las Vegas. Una ciudad en medio de ninguna parte que nunca me ha seducido y en la que queda magistralmente reflejado su paisanaje con multitud de problemas y adicciones. Una ciudad de lujo y vicio que esconde historias de multidependencias. La autora se pierde en el bosque y no sabe cómo salir, no encuentra el camino correcto. Otra parte brillante es la descripción del atentado terrorista. Magníficas descripciones de la restauración de muebles y de las obras de arte y sus hilos con el espectador. Una novela tan extensa como "La Regenta" no puede permitirse devaneos y caminos tortuoso que no aportan nada al "corpus" de la novela. Me ha decepcionado porque esperaba más por sus grandilocuentes críticas.
hace 7 meses