Aunque empieza bien, con una buena descripción del paisaje y mundo rural en las islas islandesas en los años 60, pronto se desinfla haciendo perder poco a poco su interés. No sé si debe a los nombres propios islandeses, extraños para mí y a la vez tan parecidos entre sí, que en la mayoría de las ocasiones no sé de quién está hablando, mezclando unos personajes con otros y haciéndome desconectar de la trama. Tampoco ayudan los fragmentos medievales del libro de Flatey que se incluyen al final de cada capítulo, ya que aunque tiene importancia para la resolución final de la trama, a mí no consiguen interesarme e incluso me salto algunos de ellos para avanzar más rápido, aún así leí hasta el final porque quería saber quien o quienes habían sido los responsables de los asesinatos en la isla. La idea es buena, pero para mí no está bien ejecutada. Nota: 4/10.
hace 3 años