En palabras de Oscar Wilde, estos cuentos " están dirigidos a todos aquellos que han conservado sus facultades infantiles de sorprenderse y de gozar, y que además encuentran sencillas las más sutiles maravillas".
En primavera de 1890 Oscar Wilde envió su primera novela al Lippincot’s Monthly Magazine. Escandalizado por su contenido, el director de la revista eliminó las huellas de homosexualidad del pintor Basil Halleward hacia Dorian Gray, junto a otras conductas heterosexuales muy avanzadas para la época....
El gigante no dejaba que los niños jugaran en su jardín, por eso allí se había instalado el invierno para siempre y los arboles se olvidaron de florecer. Pero un día, el amor de un niño conmovió el duro corazón del gigante y entonces comprendió cómo el egoísmo había alejado a la primavera de su jard...
Este volumen ofrece toda la narrativa breve de Oscar Wilde, pequeñas joyas literarias que él calificaba de «estudios en prosa» pensadas tanto para niños como para adultos. Sus primeros relatos, con ecos de Andersen, Hoffmann y la tradición popular, son fábulas de exquisita prosa, cuyo encanto reside...
Este libro pretende rendir homenaje al arte y al ingenio de Oscar Wilde, dos palabras irremediablemente unidas a su nombre, a su estética y a su vida. A este fin se ha llevado a cabo una amplia selección de sus frases, opiniones y ocurrencias más brillantes, entresacándolas de sus obras de teatro, c...
Tan solo un mes después de publicar de El retrato de Dorian Gray, en julio de 1890 apareció la primera parte de su ensayo El crítico como artista. En septiembre de ese mismo año salió la segunda. Con lenguaje desenfadado y mordaz, propone que la labor del crítico es más meritoria que la del artista...
De Profundis es, sin duda, el texto más íntimo de Oscar Wilde (1854-1900) y en el que la inspiración lírica está libre de los preciosismos que aparecen en sus obras. En esta larga carta que dirigió desde la cárcel de Reading a su amante lord Alfred Douglas, se revela la parte más viva y más honda no...
De Oscar Wilde se dijo que no conversaba, sino que contaba cuentos. Este volumen recoge sus relatos más conocidos, y podemos imaginárnoslo perfectamente, encantador, irónico, contándolos a un reducido círculo de devotos oyentes, con una taza de té en la mano. Un público que se reiría con «El fantasm...