Arame y Bougna, madres de Lamine e Issa, clandestinos que han partido hacia Europa, no cuentan ya sus primaveras; cada una de ellas era la centinela devota y consagrada a la salvaguarda de los suyos, el pilar que sustentaba la morada sobre las galerías excavadas por la ausencia.Coumba y Daba, jóvene...