Un libro difícil de digerir, un tanto inconexo. Como lectora, partí pensando que encontraría el testimonio de un sobreviviente del hundimiento del Wilhelm Gustloff, pero me encontré más bien con el desahogo de este mismo sobreviviente frente a sus frustraciones como padre de un adolescente sicópata y como hijo de una mujer con fijaciones enfermizas con su postura política. No me atrajo su lectura.

Novela sobre las nuevas tecnologías y como pueden ayudarnos en la búsqueda de información para entender el pasado. En este caso, se trata de identificar al nazismo. Estamos en Alemania y un joven busca sus orígenes, remontándose al nacimiento de su padre, superviviente en un barco que fue hundido por los rusos en el mar Báltico. Este hecho fue silenciado y no tuvo muchoa repercusión, pero hay que hacer constar que fue el mayor desastre marítimo de la historia, mucho más que el del famoso Titanic. Murieron más de nueve mil personas. No es una lectura fácil, la prosa es un poco prolija incluso confusa a veces. Me ha costado leerlo. Es una pena, porque puede que muchos no la terminen. En el siglo XXI, el nazismo es una tema aún que pesa. ¿Hay que hablarlo abiertamente o esconderlo? Saco en claro algo que ya sabía, pero que leyendo este libro se he me ha llegado a poner la carne de gallina al pensar lo que esto puede suponer. Y es la importancia de conocer la historia, yendo a fuentes fidedignas, no creyendo lo primero que uno encuentra, o lo que más se repite. Quizá así evitaríamos fanatismos